
Equinos: Propuestas para el manejo racional de la hemorragia pulmonar, su terapéutica e importancia del entrenamiento y factores ambientales.
Se resumen algunas de las conclusiones a las que arribaron los 37 participantes que se dieron cita en la biblioteca del Centro Veterinario de San Isidro.
Con el título de “Propuestas para el manejo racional de la hemorragia pulmonar, su terapéutica e importancia del entrenamiento y factores ambientales” se ha desarrollado en un interesante ambiente de debate e intercambio una reunión agradable donde se puso énfasis en el nuevo escenario altamente alentador para la profesión, ya que el desafío planteado ante la eliminación progresiva de la furosemida de las competencias, se estima que generará un espacio altamente conveniente para el ejercicio de la medicina veterinaria.
Comentarios de las conclusiones generales a que se arribó en dicha reunión:
1) Disminución del número de carreras corridas por vida:
Hay evidencias científicas que documentan el hecho que los caballos americanos a lo largo de su campaña deportiva corren un número menor de carreras, media de 7, respecto a los caballos europeos que llegan a las 20 carreras. Surge de este análisis que el seguir con el uso de la furosemida y en muchos casos asociada a la butazolidina nos lleva en el largo plazo a la disminución de los participantes, a un menor número de carreras y en definitiva a la pérdida a futuro de fuentes de trabajo. En la Argentina esta situación aún no se puesto en evidencia debido a que hay muchos competidores y se corre intensamente en solo 3 hipódromos. Ya que en el interior, con grandes esfuerzos, solo se presentan algunas pocas carreras mensuales.
2) Cambios de las líneas de pedigree:
Se destaco que se debe analizar la probable influencia que las líneas genéticas americanas tienen en el desarrollo de las mencionadas patologías respiratorias. Si bien existió consenso en la existencia de líneas genéticas más sangradoras, y se considero los dichos de un buen estudio estadístico de Sudáfrica que demuestra esa probable influencia, se dejo en claro que en la época de la genómica son necesarios estudios genéticos específicos antes de establecer una conclusión sobre el tema de la heredabilidad de esta patología.
Sin embargo se remarca la posición de Brasil que desde hace unos años ha incorporado intensamente la genética europea especialmente la alemana.
Cabe destacar que, al fin y al cabo, el prestigio mundial de la Argentina se obtuvo de aquellas líneas fundadoras europeas, Congreve, Cyllene, Aristophanes, Rustom Pasha, Old Man, Penny Post, etc.
3) Cambio de crianza:
Aquí se destaca la importancia de analizar los métodos de crianza y la probable influencia que las enfermedades respiratorias de la edad juvenil tienen en la hemorragia pulmonar que se manifiesta luego en el entrenamiento y con la exigencia y el rigor de la competencia.
Se hizo hincapié en la posibilidad de mejorar la evaluación de los potrillos y realizar un monitoreo profundo para la detección temprana de estas infecciones (gran aporte de la ecografía de la pared costal). Así mismo poner énfasis e inventiva en nuevos métodos que morigeren el impacto de la enfermedad respiratoria, es clara la sospecha de la pérdida de función de algunos sectores pulmonares, atelectasia y enfisema que crean un ambiente de fragilidad vascular en esa región y pérdida de función con el agravante que al no estar disponibles esas áreas se recarga el trabajo de las áreas menos afectadas.
Asimismo surgió el cuestionamiento si es correcto manejar los partos dentro de los boxes o debemos dejar que paran afuera a campo (con monitoreo por supuesto), quizás hemos “humanizamos” demasiado el manejo de nuestros caballos.
4) Manejo del medio ambiente:
También se destacó la probable influencia negativa que tiene el ambiente donde está alojado el caballo, camas, polvillo, alérgenos y contaminación general con confinamiento casi 23.30 horas del día en un espacio de 10 metros cuadrados.
Hay que buscar alternativas a esta situación que disminuyan la reactividad bronquial Por ejemplo se planteó por ejemplo realizar evaluaciones de la incidencia de la enfermedad en los animales que están concentrados en los grandes hipódromos respecto de los que están entrenando en el campo, en un ámbito de menor hacinamiento, aglomeración y probablemente menos contaminado.
De estas preguntas surge la necesidad de desarrollar líneas de investigación que aporten evidencia y no solo meros comentarios anecdóticos.
5) Profilaxis de las enfermedades respiratorias y técnicas diagnósticas:
Hubo mucha coincidencia respecto a la presencia de la enfermedad respiratoria de distinto nivel desde inflamaciones de las vías aéreas posteriores, enfermedad obstructiva recurrente, permanente presencia de moco en las vías aéreas, etc. Se destaca en esto la excelente posibilidad de desarrollo profesional que podemos tener en estas áreas a partir de agudizar nuestros métodos diagnósticos y utilizar los recursos de exámenes complementarios que hay a la mano.
Todos conocemos el BAL, pero la realidad es que no es un práctica habitual solicitar estudios de lavado broncoalveolar, quienes dan servicio de diagnóstico de mayor complejidad (una de las facultades) decían que casi nunca se le envían pacientes para evaluación, radiografías de tórax y ecografías tampoco son altamente utilizadas. Medir la compliance para saber la elasticidad del pulmón e inferir la probable respuesta que tendrá a la terapéutica y en consecuencia el pronóstico.
Hay consenso pleno en que la presencia del veterinario será requerida mucho más si mejoramos esta área y aportamos a la industria un servicio de mayor valor. Todos los asistentes coincidieron en que este nuevo desafío ha de generar un círculo virtuoso, más trabajo para el veterinario, mejores resultados, menor pérdida de animales valiosos que hoy dejan de competir en forma temprana por estas noxas.
Está claro que la furosemida aporta a los efectos del sangrado pulmonar una ayuda, pero no es la solución solo es un paliativo. Está claro también que los caballos sangradores son medicados generalmente por decisión de los entrenadores los cuales solo apuntan a la situación de temporalidad, del ahora, solo vale el ganar hoy. Es función de los veterinarios priorizar el funcionamiento futuro del sistema respiratorio del animal a fin de lograr un desempeño deportivo de mejor calidad y durante más años.
6) Cambios en los métodos de entrenamiento:
Se focalizó intensamente el debate en este punto. Tradicionalmente y en todo el mundo los entrenadores deciden los modelos de entrenamiento al que someten a sus caballos y no hay discusión en ese punto, pero cuan valioso sería que “incorporen” a sus veterinarios de confianza a esos equipos desde otra óptica, la del manejo general del caballo no solo como en la actualidad que nos llaman “luego que está medio manco o rengo o ya sangrando” El objetivo de la consulta al profesional veterinario no debería ser el de “restauración y cura” sino el de evitar que esas lesiones ocurran conservando al caballo sano la mayor parte del tiempo. Eso se logrará con la presencia más cercana del veterinario y una participación mucho más activa en el equipo de trabajo que junto con peones, herreros, aprontadotes, jockeys, capataces, etc. y bajo el comando del entrenador logran transformar al caballo en un atleta de alta performance. Creemos que hay un escenario excelente para el desarrollo de estos modelos y que redundará en un claro beneficio para la industria.
7) Programación de las carreras:
Nuevamente una enorme coincidencia basada en la evidencia sustancial que existe respecto que las carreras de corta distancia son un factor altamente perjudicial para esta patología.
Hay que unir fuerzas en la industria para que los responsables de la programación de carreras comiencen paulatinamente a inclinar la balanza hacia el otro lado, como antaño donde la categoría de los caballos comenzaba a valorarse a partir de la milla. Se ha tornado difícil en los cotejos de jerarquía internacional competir con éxito para los caballos argentinos y todos creemos que parte de la razón es la programación.
Se mencionó que si bien es cierto que en las carreras largas no hay muchos competidores hay que buscar la manera de estimular paulatinamente (por ejemplo mejores bolsas de premios) la participación de los caballos en estas carreras, asimismo, eso condiciona modelos de entrenamiento mucho más efectivos para los caballos. Hay que permitir que los caballos puedan desarrollar campañas que aumenten la distancia progresivamente de acuerdo al efecto del entrenamiento sobre sus sistemas orgánicos.
En una visión de corto plazo, las carreras cortas son correctas, más participantes, más fácil entrenar, menos “papelones” en los fracasos ya que entran a unos pocos cuerpos, en cambio en la larga un fracaso son cien metros y por otra parte al haber mas competidores mejora el volumen de juego, etc.
Pero esta visión cortoplacista no es adecuada en una industria que invierte años y un enorme esfuerzo de criadores, entrenadores y genera mano de obra genuina.
Como no se puede saltar de un lado al otro coincidimos en que hay que progresivamente elevar los llamados a carreras de mayor aliento. Tiene esto un agregado interesante, en las distancias cortas la mano del hombre tiene poco efecto, pero en la distancia la eficiencia de los entrenadores y de su equipo de trabajo agrega un valor adicional muy importante para compensar a veces la menor “potencia” genética de ese animal.
8) Adaptación de los laboratorios:
Asistentes especialistas en el control antidoping y algunos que trabajan en los servicios de los hipódromos aportaron comentarios valiosos respecto de la importancia de adaptar los laboratorios a esta nueva situación ya que al pasar a ser la furosemida una droga prohibida, esto traerá automáticamente un enorme volumen de análisis de control de doping con el incremento del gasto y la logística de manejo dentro del laboratorio.
Se concluyó que los laboratorios deben tener también su tiempo de adaptación a esta nueva circunstancia.
9) Incumplimiento de la ley:
Algunos asistentes se refirieron a la existencia de una ley nacional que prohíbe el uso de las medicaciones en los caballos deportivos, sin excepción, y cuestionaron como se ha permitido su incumplimiento.
El tema amerita sin dudas algún análisis por especialistas jurídicos que aporten razón técnica para saber si estamos o no ante una violación de las normas establecidas.
10) Comercialización e integración con el mundo hípico:
Una vez más la coincidencia fue plena, nuestro tradicional comprador en los últimos 25 años han sido los Estados Unidos de Norteamérica con eventuales colocaciones en algunos países árabes, Sudáfrica, Singapur y algunas ventas ocasionales países de América latina. Ese escenario ha cambiado significativamente luego de la recesión americana de 2008/2009 y prácticamente, hoy nadie compra nuestros caballos.
Una de las causas es la exigencia de muchos países de comprar animales que estén libres de medicaciones ya que muchos entienden que ese sistema ha sido beneficioso en el corto plazo pero malo para la industria porque incorpora animales sangradores al sistema de reproducción y hay una razonable sospecha que eso ha provocado que los caballos americanos sean identificados vulgarmente como sangradores y los europeos no tienen esa misma ponderación. El propender a llevar nuestro sistema progresivamente a que corramos sin medicaciones permitirá que haya una apertura plena en todos los mercados pues el hecho de correr sin medicación no solo nos abrirá las puertas de todo el mundo sino que también potenciará la venta a USA cuando este restaure su nivel económico.
11) Divulgación de las razones por las cuales es beneficioso suprimir la furosemida:
Esta es otra propuesta que surgió del consenso a proposición de uno de los asistentes, remarcando la importancia de divulgar los beneficios de suprimir la furosemida, nadie duda que los períodos más importantes y de mayor prestigio que tuvo Argentina en décadas anteriores se lograron sin el uso de esta medicación, en cambio las técnicas de entrenamiento de antaño eran muy diferentes a las actuales.
12) Urgencia de los cambios:
En esto no hubo consenso, muchos de los asistentes creen que los cambios deben ser completos y rápidos, otros que deben ser progresivos para permitir que el medio se adapte en todos los sentidos. De lo que no hay ninguna duda y hubo consenso absoluto es de la imperiosa necesidad de eliminar la furosemida de nuestro sistema hípico en todas las carreras de caballos jóvenes de 2 y 3 años, así mismo se cree que podría por ahora mantenerse la medicación en los caballos de 4 años y mayores. Como no sabemos el impacto que eso tendrá en la cría y mantenimiento del círculo vicioso de la enfermedad no hay una opinión definitiva sobre este punto, a sabiendas que en muchos países los sangradores no son permitidos de ingresar a la reproducción.
Palabras finales de los panelistas:
No es nuestro deseo arrogarnos la verdad absoluta, a sabiendas de lo difícil que es en el campo humano producir aciertos. Creemos que esta es una magnífica oportunidad de producir un cambio saludable en la industria hípica. Si entendemos que mejores métodos de diagnóstico, terapéutica, entrenamiento, manejo, cría, etc. han de producir un avance de valor en la sanidad de los caballos es seguro que esa mejora se derramará en beneficio de todos los que integramos la industria. Muy lejos de mantener posiciones antagónicas es importante a que a la luz de la ciencia y el conocimiento se busquen acercar posiciones y de esa forma elegir los mejores caminos para bien de todos.
Se invita a todos los que no pudieron asistir a que expresen sus opiniones, de consenso o disenso, para agregarlas a esta comunicación y así reflejar mucho más el pensamiento de “los veterinarios de equinos de Argentina”, tenemos cientos de socios y la opinión de todos es sumamente valiosa y enriquecedora.