keyboard_arrow_up
julio 2022

Efecto de la relación hembra: macho en indicadores reproductivos de pollos Camperos.

Vet. Arg. – Vol.  XXXIX – Nº 411 – Julio 2022.
Yanara Almaguer Pérez1; Carlos Olmo González1; Harold Font Puente1 y Alcibíades Ojeda Rodríguez1,2.

Resumen
La investigación se realizó en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Emiliano Reyes perteneciente Empresa Avícola Granma, con el objetivo de evaluar el efecto de la relación de hembra: macho en indicadores reproductivos (producción de huevos, fertilidad e incubabilidad) en pollo Camperos. En este estudio, las reproductoras Camperas fueron colocadas en naves con sistema de crianza en piso en relaciones hembra: macho, en cada nave (3) se mantuvo la misma cantidad hembras (200) y se incrementó en número de machos en 20; 17 y 14, evaluándose semanalmente desde las 31 hasta 34 semanas de edad. Se utilizó el Diseño de Bloques al azar, bloqueándose el factor semanas. Los tratamientos consistieron en la relación 10 hembras y 1 macho (1:10), 12 hembras y 1 macho (1:12) y 14 hembras y 1 macho (1:14). El efecto relación hembra: macho (H: M) sobre la producción de huevos, huevos aptos para incubar, pollitos nacidos y porcentaje fertilidad e incubabilidad fue estadísticamente significativo, con la relación H: M (1:10) se lograron los mejores resultados para todos los factores.
Palabras clave: relación hembra: macho, reproductores Camperos, producción de huevos, fertilidad, incubación.

Effect of the female: male ratio on reproductive indicators (egg production, fertility and hatchability) in Campero·s chicken.
Summary
The research was carried out in the Emiliano Reyes Base Business Unit (UEB) belonging to the Granma Poultry Company, with the objective of evaluating the effect of the female: male ratio on reproductive indicators (egg production, fertility and hatchability) in Campero·s chicken. In this study, the free-range breeders were placed in houses with a floor rearing system in female: male relationships, in each house (3) the same number of females (200) was maintained and the number of males increased by 20; 17 and 14, evaluating weekly from 31 to 34 weeks of age. Random Block Design was used, blocking the week’s factor. The treatments consisted of the ratio 10 females and 1 male (1:10), 12 females and 1 male (1:12) and 14 females and 1 male (1:14). The female: male (F:M) ratio effect on egg production, hatchable eggs, hatched chicks, and fertility and hatchability percentage was statistically significant, with the F:M ratio (1:10) achieving the best results for all factors.
Keywords: female: male ratio, free range breeders, egg production, fertility, incubation.
1 Universidad de Granma, Cuba.
2 E-mail: aojedar@udg.co.cu   

Introducción
En el mundo actual, la cría intensiva de pollos de engorde está cada vez más condicionada por factores importantes, como son la mejora genética de los animales en cuanto a su velocidad de crecimiento, aprovechamiento del alimento y la creciente intensificación de la cría que conlleva el aumento de la densidad en granja, lo que exige una mejora en el manejo (Parra et al., 2017).

La creciente demanda de carne de ave a nivel mundial debido a costos de producción y mercado, han establecido grandes brechas en la cultura de consumo, donde la preferencia por parte del consumidor está fundamentada en el poder adquisitivo de la población.

La cría de pollos camperos, puede plantearse también como una alternativa no tradicional, con base más ecológica, semi-intensiva, para un conjunto restringido de pequeños productores interesados en aprovechar un nicho particular del mercado representado por la demanda de un sector de la sociedad preocupado por la calidad de sus alimentos y el bienestar animal, en tanto sea posible compensar el menor desempeño productivo global de este tipo de aves con mejores precios por el producto ofertado (Romera et al., 2018).

Las aves Camperas se obtuvieron a fines del siglo XX, a partir del cruzamiento de dos estirpes de gallinas de la raza Plymouth Rock con coloración del plumaje de color rojo (indio) y columbiano (giro), criados generalmente en pequeñas poblaciones y bajo condiciones semi intensivas o extensivas (Fumero et al., 2010).

En Cuba la formación de pollos camperos surge con la necesidad de obtener un animal de doble propósito, con una alta rusticidad y resistencia frente a condiciones ambientales adversas, volumen adecuado de producción de huevos, baja mortalidad y capacidad de reproducirse mediante la incubación natural. Por sus características naturales de rusticidad, permite su explotación en la sierra y en el llano, con sistemas de crianzas muy particulares que propicia sustituir el alimento tradicional por granos y hierbas paulatinamente hasta suplir por completo (Pampín, 2006).

Durante el crecimiento de las hembras y machos reproductores transitan por diferentes etapas donde de 10 – 15 semanas deben mantener el crecimiento apropiado y uniformidad en preparación de la madurez sexual, y ya entre la 15 – 19 semanas hay que asegurar que los machos se desarrollen en condiciones físicas óptimas y se mantengan aptos reproductivamente a lo largo de la etapa productiva y minimizar las variaciones en la madurez. Los machos y hembras deben estar listos para el apareamiento a las 20 – 22 semanas (140 – 154 días).

El objetivo de la presente investigación es “Evaluar el efecto de la relación hembra: macho sobre la producción de huevos, huevos aptos para incubar, pollitos nacidos vivos y porcentaje fertilidad e incubabilidad en pollos Camperos”.

Materiales y Métodos
El presente estudio se llevó a cabo en la Unidad Empresarial de Base (UEB) “Emiliano Reyes” perteneciente Empresa Avícola Granma, tuvo una duración de cuatro semanas. Los tratamientos fueron tres y se formaron de la combinación de tres relaciones de hembras: macho (H: M), donde el Tto1 (200H y 20M), Tto2 (200H y 17M) y Tto2 (200H y 14M), evaluados semanalmente desde 31 hasta 34 semanas de edad.

El alimento y agua fueron suministradas ad libitum a las reproductoras Camperas (Figura 1). Las reproductoras Camperas de todos los tratamientos fueron alimentadas con una dieta de reproductoras que contenía 16,5 % de proteína bruta y 2750 EM kcal/kg de alimento, 0.45 % de fósforo disponible y 2.5 % de calcio total, según las recomendaciones del NRC (1994).

Figura 1. Alimentación de los reproductores.

La base de datos se conformó con registros diarios de producción de huevos (U), huevos aptos para incubar (U) y pollitos nacidos vivos (U), se determinaron los porcentajes de fertilidad e incubabilidad durante los cuatros semanas de investigación, los mismos se calcularon por los siguientes métodos:

  • Fertilidad (%) = (número de huevos fértiles/ número de huevos incubados) x 100
  • Incubabilidad (%) = (número de pollitos nacidos/ número de huevos fértiles) x 100

En un diseño estadístico de bloquea al azar, se compararon tres relaciones hembras: macho H:M (1:10); H:M (1:12); H:M (1:14), bloqueándose el efecto de las semanas. Previo a utilización de análisis de varianza se evaluó el cumplimiento del supuesto de normalidad, mediante la Prueba de normalidad (Shapiro-Wilks modificado), Royston (1982) y la homogeneidad de varianza mediante el análisis Abs (residuos), para las diferencias entre medias se empleó la prueba de comparación múltiple de medias de Duncan (1955), el procesamiento estadístico se realizó con el software InfoStat (2008).

Resultados y discusión
En la Tabla 1 se observa el comportamiento normal de las 84 observaciones obtenidas en el experimento, los coeficientes de variación son bajos y los estadígrafos de forma no superan los límites para la normalidad (2 y -2) en ninguna de las variables.

Tabla 1. Estadígrafos de las variables estudiadas.

Los indicadores de producción de huevos, huevos aptos para incubar, de cada tratamiento se muestran en la Tabla 2. Se puede observar que hubo efecto altamente significativo de la interacción de la relación hembra: macho.

Tabla 2. Efecto de la relación hembra: macho en indicadores productivos de pollos Camperos en las semanas 31-34.

a,b,c. Letras desiguales difieren significativamente (p<0.05).

En promedio, las aves en una relación H: M (1:10) mostraron una mayor producción de huevos, comparativamente con los obtenidos en las otras proporciones, comportamiento similar mostró en las variables huevos aptos para incubar (Figura 1). Según Anónimo IIA (2000) las gallinas Camperas alcanzan el pico de puesta a las 33 semanas de edad con un 73% de productividad.

En el apareamiento el número de gallos que se reúnen con las gallinas es crítico. La mayor parte del descenso de la fertilidad en estos lotes se debe generalmente a problemas con los machos. Un número demasiado bajo (7 ó menos por 100 pollitas) causará baja fertilidad temprana.

Los resultados coinciden con Wilson (2015) quien refiere que un número demasiado alto de machos (más del 10 por 100 pollitas) podría hacer que las hembras maduras se asusten y escapen de los machos, además la competencia que se establece entre machos (peleas) influyen en el número de montas y deterioran la salud y vitalidad de los gallos lo que provoca una disminución en el número de huevos fértiles.

En el caso de los huevos aptos para incubar es un parámetro de suma importancia ya que la eficiencia de cualquier lote reproductor debe medirse no sólo por el número de huevos producidos, sino por el número de huevos aprovechables para incubar, lo que depende de su calidad.

La selección y clasificación de los huevos es un procedimiento muy importante. No todos los huevos reúnen las condiciones necesarias para la incubación y por ello deberán ser desechados en las granjas de reproductores. Para cumplimentar este requisito es imprescindible que todos los huevos sean observados al ovoscopio a fin de detectar los defectos internos (Sánchez et al., 2010).

En la tabla 3. Se expresa la influencia de la relación Hembra: Macho en los porciento de incubación, porciento de fertilidad y pollitos nacidos vivos de cada tratamiento.

Tabla 3. Efecto de la relación hembra: macho en indicadores reproductivos de pollos Camperos en las semanas 31-34.

En el porcentaje de fertilidad se puede observar diferencias significativas entre las relaciones evaluadas, siendo en la relación H:M (1:10) con mayores por cientos, 91,17 % en estudios realizados por Canet et al. (2018) obtuvieron una fertilidad promedio del 89% a las 30 semanas de edad. Este comportamiento pudo estar dado por el aumento del número de hembras para el apareamiento, por lo que se desprende que se mantuvieron adecuadas las características de calidad del semen, motilidad espermática y concentración de semen.

Hay que tener en cuenta que las gallinas son animales polígamos, ya que no viven apareadas y por tanto un gallo puede cubrir a varias hembras. Para que los huevos sean fértiles, las gallinas han de permanecer al menos 10 días con el gallo. El número de gallinas por gallo varía con la raza y el clima, en el caso de las razas ligeras se plantea como óptimo hasta 12 hembras por machos y en las pesadas 10 gallinas por gallo (CIM, 2002) en las zonas tropicales; los resultados obtenidos en la presente investigación corrobora lo planteado.

Para el porcentaje de incubabilidad se encontraron diferencias significativas entre las relaciones hembras por macho. En promedio, las tres relaciones hembras: macho produjeron porcentajes de incubabilidad similares siendo la relación H:M (1:10), la de mayor resultado de  71,94 %, según  Solano (2016) en América Latina, los niveles de utilización de huevos son usualmente de 95-96 %, pero tienden a ser menores en empresas que venden pollitos de un día.

Existen varios factores que inciden en la incubabilidad del huevo fértil, en correspondencia que el sistema de crianza es en piso (Figura 2), cualquier situación de estrés que sufran las aves durante la época de reproducción, va a ocasionar una disminución en la de fertilidad y en la tasa de puesta, por lo que se debe evitar. Cuando la reproducción se da en grandes grupos, la presencia de machos muy dominantes que luchan de manera constante es una causa de estrés hacia las hembras, por lo que deberían apartarse.

Figura 2. Sidtma de crianza en piso.

La relevancia de mantener una relación H: M (1:10) va a depender de circunstancias locales y las condiciones de la parvada, entre ellas la edad de las reproductoras, coincidiendo con lo planteado por Rodríguez y Bermúdez (2017). Además, plantearon que los machos reproductores alcanzan la madurez sexual posterior a las hembras quienes se espera que a la semana 22 ya estén poniendo huevos de calidad.

El período de postura de una gallina reproductora liviana dura alrededor de 70 semanas, mientras las reproductoras pesadas ponen huevos viables durante 40 semanas; la época en la cual se encuentre afectará la calidad del huevo y por tanto el porcentaje de incubabilidad.

En la variable pollitos nacidos (Figura 5) se encontraron diferencias significativas entre las relaciones hembras por macho, siendo la siendo la relación H: M (1:10), la de mayor resultado con 101 pollito como promedio, durante las semanas evaluadas, comportamiento dado por mayor por ciento de fertilidad y por consiguiente mayor número de nacidos, donde los reproductores mantuvieron una alta eficiencia y los huevos para incubar con mayor calidad sustenta este resultado.

Conclusiones
Los parámetros reproductivos de producción de huevos, huevos para incubar, fertilidad e incubabilidad y pollitos nacidos, tuvieron un comportamiento significativo en las relaciones hembras: machos evaluados. Siendo la relación H: M (1:10), la de mejor comportamiento para todos los efectos durante las semanas estudiadas.

Bibliografía
Anónimo. (2000). El modelo cubano de producción familiar de huevos y carnes. Instituto de Investigaciones Avícolas.

Canet, Z.E., Advínculo, S.A., Martines, A., Librera, J.E., Romera, B.M., Dottavio, A.M. y Di Masso, R.J. (2018). Evaluación de dos alternativas genéticas de gallinas reproductoras para la producción de pollos camperos. Revista argentina de producción animal Vol. 38 (2): 73-85.

CIM Consell Insular de Menorca (2002) Departament d’Agricultura i Ramaderia. La gallina de  Menorca (II): La reproducción y la incubación natural. Normas sobre la reproducción en gallinas. Vol. 34 (02) https://www.cime.es/WebEditor/Pagines/file/Butlleti dinformacio_tecnica_centre_ capacitacio/34.pdf

Duncan, B. (1955). Multiple ranges and multiple F test. Biometrics 11:1.

InfoStat. (2008). Infostat versión 20081- Grupo Infostat, FCA, Universidad Nacional de . Córdoba, Argentina.

Pampín, M. (2006). Cría Familiar de Aves Semirrústicas. Instituto de Investigaciones Avícolas (IIA). Manual. p: 27.

Parra, D., Parra, J., & Urdaneta, R. (2017). Efecto de un acidificante orgánico en los parámetros productivos de pollos de engorde. Revista Tecnocientífica URU (12).

Rodríguez-Moya, J. y Cruz-Bermúdez, A.I. (2017). Factores que afectan la incubabilidad en aves. Nutrición Animal Tropical 11(1): 16-37. ISSN: 2215-3527/DOI: http://dx.doi.org/10.15517/nat.v11i1.28295.

Romera, B., Martínez, A., Librera, J., Canet, Z., Dottavio, A., Di Masso, R. (2018). Crecimiento dimensional prepostura de gallinas camperas con asignación de nutrientes a discreción y restringida. Revista Científica FAV-UNRC Ab Intus 2 (1): 56-63.

Royston, P. (1982). «An Extension of Shapiro and Wilk’s W Test for Normality to Large Samples.» Journal of the Royal Statistical Society: Series C (Applied Statistics) 31(2): 115.

Sánchez, A., López, A., García, M.C., Lamazares, M.C., Pérez, M., Trujillo, E., Sarda, R. (2010). Salud y producción de las Aves. La Habana. Cuba. Ed. Félix Varela. 194.

Solano, C. (2016). Manejo de huevos fértiles para incubación. Sitio Argentino de Producción Animal. Disponible en: http://www.produccion-animal.com.ar