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marzo 2020

Parásitos y gerontes, ¿tendencia entre los servicios?

Como ya es costumbre, estos son los dos grandes grupos de trabajo sobre los cuales los veterinarios plantean sus desafíos comerciales en los talleres prácticos que realiza esta Revista 2+2. En esta oportunidad, fue en Tandil, provincia de Buenos Aires.

Por Luciano Aba Fuente. Revista 2+2

La dinámica se repite encuentro tras encuentro y en este caso nos referiremos a la participación que mantuvimos desde la Revista 2+2 en el marco de las celebraciones por los 50 años de la Facultad de Ciencias Veterinarias de Tandil.
Allí, en la Biblioteca del Campus Universitario, se dieron cita cerca de 50 veterinarios (grandes y pequeños animales) interesados en seguir recibiendo información vinculada con la administración y gestión de sus veterinarias.
Desde ya el agradecimiento a Miguel Pena y al propio decano de la FCV Rodolfo Catalano, quienes confiaron nuevamente en este medio para hacerse cargo de la temática, en esta oportunidad junto con el médico veterinario Roberto Dughetti, gerente comercial en la distribuidora Co Panacea, quien también fue de la partida, compartiendo conocimientos estratégicos sobre un tema bien concreto: “Rentabilidad: seis caminos para lograrlo”, una charla que tuvo tres objetivos precisos:

  • Definir qué hacer diferente para mejorar.
  • Enumerar los aspectos en los cuales se puede trabajar.
  • Analizar las oportunidades de mejora: Productos – Clientes y/o Precios – Costos.

Si bien los interesados en recibir más información sobre este tema pueden escribirnos a info@dosmasdos.com.ar, vale aquí destacar uno de los conceptos centrales en la presentación de Dughetti: la fijación de precios.
“Esto abarca mucho más que la determinación de un precio de venta. Tiene que ver con la posibilidad de desarrollar aspectos o unidades de negocio rentables; fijar precio en relación al valor del producto / servicio que se ofrece e inclusive, es fundamentar y comunicar la génesis y las razones de los niveles de precios de los productos y/o servicios (y que esta explicación no se presente como una justificación), sostuvo Roberto Dughetti.

A planificar se ha dicho
Más allá de esto y de la participación específica de nuestra Revista 2+2 destacando la importancia de consolidar en las veterinarias indicadores simples de seguir en el tiempo, a partir de los cuales se puedan tomar decisiones reales a seguir en favor de la sustentabilidad económica de los emprendimientos.
En ese sentido, se destacaron:

  • Número de pacientes (clientes) activos.
  • Frecuencia media de la visita o el asesoramiento realizado.
  • Ingreso medio de intervención comercial.

Pero sin dudas la parte más jugosa de la jornada (al igual que nos viene ocurriendo en otras facultades o empresas en las cuales nos convocan a realizar este tipo de presentaciones) es la que vincula a los veterinarios asistentes con un ejercicio en particular. A partir de allí y reunidos en grupos siempre deben elegir un servicio a desarrollar en formato de unidad de negocios para sumar a sus empresas. Y qué casualidad, en la enorme mayoría de los casos los veterinarios ligados a pequeños animales escogen la posibilidad de sumar un servicio específico para animales gerontes, al tiempo que los que se desempeñan en el ámbito de los grandes animales apuntan sus cañones a la posibilidad de incluir un servicio específico de diagnóstico y tratamiento de parasitosis en los bovinos.
¿Es porque se trata de temas con los cuales se sienten cómodos?
¿Es porque realmente perciben una alternativa comercial válida?
Como sea, los profesionales buscan por donde les falta. Animales más viejos llegan a las veterinarias y plantean distintos desafíos a los profesionales, tanto desde el hecho de confeccionar planes a medida, como desde el punto de vista organizativo y las instalaciones para recibir a ese “nuevo” paciente.
En cuanto al caso de la ganadería, es evidente que en su búsqueda por consolidar un servicio concreto para el caso del abordaje de las parasitosis se encuentra la posibilidad de blanquear muchas de las consultas habituales que muchas veces se llevan adelante en el mostrador y que no se cobran.
¿Es una tendencia?
No lo sabemos, pero acá estamos. Una vez más, atentos a lo que sabemos que va a pasar, acompañando a los veterinarios en la búsqueda de herramientas que les permitan seguir el ritmo de sus negocios.